Resistencia católica frente a la corrupción de las costumbres

 

Los mismos que han promovido la corrupción social con la coeducación obligatoria, la entrada descontrolada de inmigrantes islámicos, la difusión de la anticoncepción, el feminismo radical y la persecución sistemática de la Iglesia, ahora se lamentan de que los jóvenes no acepten su discurso anticristiano.

Para ellos, “bulos” son todas aquellas verdades que no encajan con su dogma materialista y marxista. Y llaman “información verídica” a toda propaganda que refuerza su adoctrinamiento ideológico.

Pues que lo escuchen alto y claro: esto no se detendrá aquí. Cada vez menos gente traga sus mentiras. Estamos hartos de su adoctrinamiento feminista, de su manipulación de la educación y de su ataque constante a la fe y a la familia.

Nosotros tenemos lo que siempre ha sostenido a las naciones: la familia natural, la fe católica y el sentido común.

Quedaos con vuestra cháchara inútil, repetidla entre vosotros. El pueblo despierta.

La Contrarrevolución está en marcha y nada ni nadie la podrá frenar.